Pirates de Catalunya condena el golpe de estado en Bolivia y pide que se detenga la violencia contra la población.
Tras los hechos ocurridos las última semanas en Bolivia, desde Pirates de Catalunya queremos manifestar que rechazamos y condenamos firmemente al golpe de estado que ha acabado con la destitución del presidente Evo Morales, y que no reconocemos la autoridad de la auto-proclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez.
El pasado mes de octubre, las elecciones para escoger presidente y vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia acabaron con la victoria del partido de Evo Morales de forma contundente, haciendo innecesaria una segunda vuelta. Sin embargo, el candidato que ocupó el segundo lugar, Carlos Mesa, afirmó que se había producido fraude electoral. Desde la Organización de Estados Americanos se alimentaron estas sospechas y, finalmente, el presidente Morales accedió a una repetición electoral. Posteriormente se han conocido algunos informes que niegan este fraude o que su importancia haya podido llegar a alterar el sentido de las elecciones: hay que distinguir entre irregularidades y un fraude masivo que pueda marcar la diferencia.
Pese a la repetición electoral anunciada por el presidente Morales, las fuerzas policiales y el ejército se han puesto del lado de la oposición y han cometido graves vulneraciones de los derechos humanos: hay decenas de muertos y centenares de heridos, así como cargos electos forzados a abandonar el país o sometidos a humillaciones públicas. Los gobiernos democráticos del mundo no pueden avalar el nuevo régimen de Bolivia y aceptar con normalidad que se cometan este tipo de atrocidades. En este sentido, nos oponemos a las declaraciones de la comisaria de exteriores de la UE, Federica Mogherini, que afirmaba que “se debe evitar el vacío de poder y garantizar la paz y la seguridad”, ya que el régimen de Áñez forma parte del problema, no es una solución al mismo.
La sinergia represiva entre las fuerzas militares y policiales y el gobierno es una muestra del talante autoritario del auto-proclamado gobierno boliviano. Estos días hemos conocido que Áñez ha impulsado un decreto para eximir a los militares de la responsabilidad de las vulneraciones de derechos como las mencionadas anteriormente. Ademas, el nuevo gobierno se basa en postulados de extrema derecha como la superioridad blanca ante los pueblos indígenas y el fundamentalismo religioso.
Finalmente, queremos expresar nuestra solidaridad con el pueblo boliviano que está sufriendo las consecuencias del golpe de estado perpetrado y la indiferencia o complicidad del resto de gobiernos de todo el mundo. El ascenso de la extrema derecha, filo-fascista y reaccionaria no es un fenómeno exclusivo de Bolivia, pero es uno de los pocos lugares en que éste se ha hecho con el gobierno a través de las armas. Hay que actuar inmediatamente contra la extrema derecha de forma global.