En estos tiempos, en los que vemos que estan de moda los pasos a un lado, contemplamos con estupefacción como hay directivos de nuestra sanidad pública que se aferran a sus privilegios, aún a costa del perjuicio que ocasionan a uno de los barrios de Hospitalet socioeconómicamente mas deprimidos.
Desde que hace 2 años y medio se implantó el proyecto Delta (cuyo director es Jordi Monedero), la desilusión y la insatisfacción ronda por los ambulatorios de nuestra ciudad, especialmente en el CAP de Florida o CAP Los Pajaritos, situado en la plaza del mismo nombre, y cuya dirección pasó a estar en manos de Mireia Sans a mediados de 2013. Nos hacen saber que la desorganización se ha ido haciendo hueco a pasos agigantados, la dirección no ha sabido gestionar ni cohesionar recursos y ha ignorado las sugerencias de sus trabajadores.
Este octubre, en la zona norte del ambulatorio, dos de los tres pediatras se marcharon porque no soportaban el caos reinante que dificultaba el acceso a la asistencia sanitaria, lo explicó uno de ellos, el Dr. Parreño, en una carta dirigida a sus compañeros en la que califica la gestión como “destructora”, que dificulta el igual acceso a la sanidad de los pequeños . Para paliar la ausencia de estos profesionales, contrataron al Dr. Bello (pediatra con experiencia contrastada), en teoría para 6 meses, pero al mes de trabajar en el centro decidió irse por el mismo motivo que los anteriores pediatras (http://bello.cat/men272.pdf).
Sabemos que el Gerente, Antoni Andreu, estaba informado del asunto desde octubre, al igual que Xavier Bayona (director de la Atenció Primària de Costa Ponent) y que Jordi Monedero. Desde entonces, nada, todos los gestores siguen en su sitio sin asumir su responsabilidad, difamando a estos profesionales que han estado al pie del cañón, alguno desde los inicios del centro.
Lo peor viene cuando la única pediatra que quedaba en la zona Norte, hace apenas unos días, decide marcharse también por las mismas razones, y por la sobrecarga de trabajo padecida desde que se marcharon sus compañeros. Esto significa que los más de 3000 niños de la zona norte de la Florida se han quedado en poco más de 2 meses sin su pediatra de referencia. Nos cuentan que desde entonces ha habido días que sólo ha habido un pediatra para las 2 zonas (6.500 niños asignados), y que no se han podido reservar revisiones para los pequeños. En estos momentos reina el caos y la estupefacción entre los padres y asociaciones de vecinos, etc.
Nuestra sanidad ha de ser pública y de calidad, cualquier gestión política o actuación que no se enfoque en esta línea, vulnera nuestro derecho a la salud y nos discrimina como ciudadanos, lo cual es más grave cuando se trata de niños. Por eso desde aquí denunciamos la falta de una dirección que asuma sus responsabilidades y exigimos la dimisión de toda la directiva del CAP de La Florida y del SAP DELTA, por no haber sido capaces de evitar esta situación provocada por la soberbia de unos cuantos, que no han querido oír las sugerencias de unos empleados que han demostrado su dedicación y compromiso con la pediatría del CAP de La Florida, al contrario de estos gestores que alguno lleva sin trabajar con pacientes unos cuantos años y seguramente debe de haber perdido el contacto con la realidad del día a día.