Sorprende la poca atención que se le ha dedicado al nuevo proyecto de ley sobre tasas judiciales que nos prepara el gobierno de Mariano Rajoy. Este proyecto de ley será aprobado en breve, y podéis leerlo, escrito en perfecto abogadés, en este enlace (pdf).
¿Y qué viene a significar esta ley? Pues básicamente, que a partir de ahora el acceso a la justicia lo vas a tener muy complicado. Siempre y cuando no seas una empresa, un millonario o alguien que cobre menos de 1.100€/mes (pagas extras incluidas y contando los ingresos del resto de tu familia)
Las tasas va a consistir en un fijo que irá, según el trámite, desde 150€ a 1.200€ a lo que habrá que añadir un variable del 0,5% del dinero que reclamas (0,25% a partir de 1.000.000€, alegría). Téngase en cuenta que los recursos, las apelaciones, las suplicaciones, etc, tienen su propia tasa por lo que acabarás pagando varias veces por lo mismo. Prepárate a pagar, fácilmente, unos 2.000-3.000€ por ejercer tu derecho constitucional a recurrir a la justicia. Sin contar lo que te costarán los abogados, procuradores y demás que lógicamente suelen pedir un salario a cambio de su trabajo.
Vayamos a ejemplos prácticos que podrían sucederte:
- Podrían ponerte una multa injusta y no merecerte la pena reclamar nada, te saldría más caro que el importe de la misma.
- Puedes dejar un piso que tenías alquilado, que el dueño se niega a devolverte la fianza del mismo, y te salga más caro el juicio que el dinero que reclamas.
- Puedes encontrarte con que tu empresa te despida y no quiera ni pagarte la mínima indemnización que ha quedado con el contrato Rajoy. Y que tú, sin haber cobrado indemnización y en el paro, no puedas reclamar nada porque no tienes dinero para ello.
- Una empresa de telefonía podría cobrarte cientos de euros porque sí sin que a ti te mereciera la pena reclamar judicialmente.
- Después de sufrir un divorcio traumático, con juicios incluídos, podrías encontrarte que al final el dinero que habíais ahorrado tu pareja y tú no os lo quedáis ninguno de los dos, sino que se ha ido en forma de gastos judiciales.
En defensa de esta ley se podría decir que las tasas las puede tener que pagar el que pierda el juicio… si es condenado a pagar los costes. Con lo que podría parecer que, en caso de tener muy clara tu victoria, no te va a afectar. En realidad no es así. Primero, porque las tasas debes pagarlas por adelantado (y el juicio puede requerir años), segundo porque muchas veces no se condena al perdedor a pagar los costes y, tercero, porque, en otras muchas ocasiones, el perdedor se declara insolvente.
Este tipo de leyes nos afectan todavía más de lo que pudiera parecer. Mucha gente puede pensar que, total, nunca han ido a juicio hasta ahora no tiene porqué necesitarla en el futuro. Es un error. El hecho de que tú puedas ir a juicio permite evitar muchos abusos, antes de que lleguen a cometerse. No tiene sentido robarle a alguien si ese alguien podrá obligarte a devolvérselo, pero… ¿qué pasa si la ciudadanía se encuentra prácticamente indefensa ante los abusos?
No olvidemos que a las empresas este tema sí que les afectará muy poquito. Al fin y al cabo, ellos pueden desgravarlo.