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Y la historia se repite: CEDRO contra las Universidades

Todos recordamos el grandioso canon por copia privada. Un impuesto aplicado sobre los equipos, aparatos y materiales susceptibles de realizar copias de “obras divulgadas en forma de libros o publicaciones […], así como de fonogramas, videogramas o de otros soportes sonoros, visuales o audiovisuales”, tal y como constaba en el Real Decreto Legislativo 1/1996, del 12 de Abril. Los gobiernos del PP y el PSOE fueron avisados de la ilegalidad de dicha ley y ante la inacción de estos, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea declaró ilegal la legislación española mediante su sentencia de 21 de octubre de 2010, al considerar ilegal cobrar la compensación por copia privada (el canon) a sujetos sin derecho a copia privada (empresas, administraciones públicas, ONGs y otras entidades).

Posteriormente, y contra la legislación española, el gobierno pretendió blindar los millones de euros recaudados de forma ilegal por las sociedades de gestión de derechos (con SGAE a la cabeza), vía el Real Decreto 1657/2012, mediante el que se declaró irrecuperable el canon pagado hasta el 1 de enero de 2012.

En esa ocasión, la principal beneficiada fue SGAE. Ahora lo va a ser CEDRO, que viene a ser “la SGAE de los libros”.

CEDRO

En 2010, CEDRO solicitó al Ministerio de Cultura una intervención para cobrar a las Universidades españolas unos derechos sobre obras digitalizadas que éstas colgaban en sus campus virtuales. La petición de CEDRO ascendía a 5 euros por alumno, unos 13.5 millones de euros en total.

El problema es que CEDRO estaba intentando cobrar por los derechos de autores que en ningún momento habían encargado su gestión a CEDRO. Según la entidad, su gestión alcanza unos 4 millones de obras, mientras que la red de bibliotecas universitarias contiene 29 millones. Las universidades solicitaron a CEDRO que mostrara la lista de socios cuyos derechos pretendían proteger, a lo que CEDRO se negó alegando que eso vulneraría la privacidad de sus socios, lo cual es ridículo (el autor ya aparece en el ISBN), y acto seguido, se retiró de la negociación.

Más tarde, CEDRO volvió demandando ante la jurisdicción civil a la Universidad de Barcelona, la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Carlos III de Madrid.

Cabe resaltar que las universidades nunca se negaron a pagar a CEDRO, pero no aceptaban un sistema de tarifa plana, y lo que propusieron fue pagar por el efectivo uso del repertorio de CEDRO. En el juicio de CEDRO contra la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), CEDRO no consiguió cobrar lo que pretendía.

CEDRO gestiona muy pocos autores y muy pocas obras, pero al Ministerio de Cultura parece no importarle. Han redactado una reforma que propone la creación de un límite a la propiedad intelectual consistente en el derecho de los centros educativos a reproducir las obras de los autores, creando un canon a pagarles a éstos, canon gestionado obligatoriamente a través de CEDRO.

Esta excepción no figura en la legislación Europea, y ya sabemos lo que ocurrirá: dentro de 10 años el Tribunal de Justicia de la Unión Europea declarará está excepción ilegal, a lo que el Estado promulgará una norma que impida recuperar las cantidades ya pagadas.

Pero con esta reforma CEDRO también obtiene la gestión del Open Access, expropiando el procomún. Con esta reforma, el Gobierno le otorga toda la gestión del conocimiento escrito, tenga esta asociación privada o no derechos sobre el mismo.

Con lo cual, se produce una situación de lo más irónica: las universidades, las mayores productoras de propiedad intelectual en formato libro y artículos, según la reforma pretendida por el Ministerio de Cultura, estarán obligadas a ceder la gestión de su patrimonio a una asociación privada, CEDRO, para que ésta les cobre una tarifa por publicar en sus propios campus virtuales obras de las que al universidad ya es dueña.

Reforma de los derechos de autor, procomún, conocimiento libre y democracia

Intervención de Javier de la Cueva en el debate Copyright: what is broken, how to mend it? del 18 de octubre de 2012 en el Parlamento Europeo.
Original, en inglés:  Copyright reform, commons, free knowledge and democracy

El texto responde perfectamente al ideario de Pirates de Catalunya, indicando la profunda problemática de la “propiedad intelectual”.

Gracias por su invitación como ponente en este debate abierto sobre la reforma de los derechos de autor.

Durante dos horas hemos escuchado acerca de autores, obras, vulneraciones de los derechos de autor y lo que me sorprende es que nadie haya mencionado todavía la obra de mayor riqueza construida al amparo de la propiedad intelectual.

En 19861 un grupo de autores continuaron con la redacción de un conjunto de documentos que se hallaba licenciado bajo un modelo permisivo de propiedad intelectual: la copia de los documentos no sólo estaba permitido sino que se promovía la copia. El grupo de autores con habilidades técnicas constituyeron lo que se conoció como IETF,2 Internet Engineering Task Force. El conjunto documental consiste en los llamados RFCs,3 Request For Comments, y ello ha supuesto una aventura afortunada que ha transformado radicalmente, entre otras cosas, la manera en la que nos comunicamos, la economía, el tipo de sociedad en la que vivimos y la manera en la que hacemos política. Me refiero a la fundación de internet y la función de esta documentación licenciada bajo un modelo permisivo4 es permitir que los ordenadores hablen entre sí.

Aunque internet es la obra más importante bajo propiedad intelectual y de mayor riqueza construida en los últimos tiempos, sin embargo parece invisible. Aun cuando las obras libres son el núcleo de nuestra sociedad, no está en el discurso público el estudio de los efectos sufridos por tales obras cuando se modifican las leyes. Pero antes de llegar a temas de propiedad intelectual, permítanme hablar sobre el contexto en que operará la reforma de la normativa de los derechos de autor, para que así podamos analizar como es debido sus implicaciones.

La NASA, PIRATA.CAT i la importància de compartir el coneixement

Versió en català. Versión en castellano. English version.


La NASA comparteix sense copyright la majoria d’imatges que aconsegueix arreu de l’Univers, perquè considera que la humanitat ja ha pagat per elles.

Tots hem sentit teories de la conspiració al voltant de la forma en què la NASA gestiona la informació: “L’home mai va arribar a la lluna”, “amaguen proves de l’existència d’extraterrestres”, etcètera. El cas és que l’agència fa un esforç enorme, no només per apropar la ciència als ciutadans, si no també per deixar-los participar en el procés i supervisar com es gasten els seus impostos. Al seu portal sobre “govern obert” asseguren que estan “expandint la transparència, la participació, la col·laboració i creant un nou nivell d’obertura i responsabilitat”. Per si no ens coneixieu, us direm que aquests són punts clau de l’ideari pirata. Entre d’altres, la NASA aposta pel programari lliure, l’obertura de dades i la supervisió ciutadana sobre les seves iniciatives.

És només irònic que una organització objecte de suspicàcies desenvolupi un pla d’aquestes característiques? O n’és una conseqüència directa? Llavors, no seria una bona idea que els nostres polítics implementéssin mètodes similars per millorar els ínfims nivells de confiança que generen entre la població?

Estem esperant.


La NASA comparte sin copyright la mayoría de imágenes que consigue por el Universo, porque considera que la humanidad ya ha pagado por ellas.

Todos hemos oído teorías de la conspiración alrededor de la forma en que la NASA gestiona la información: Que si “el hombre nunca llegó a la Luna”, que si “esconden pruebas de vida extraterrestre”, etcétera. El caso es que la agencia hace un esfuerzo enorme, no sólo para acercar la cienca a los ciudadanos, sino también para dejarles participar en el proceso y supervisar cómo se gastan sus impuestos. En su portal sobre “gobierno abierto” aseguran que están expandiendo la transparencia, la participación, la colaboración y creando un nuevo nivel de apertura y responsabilidad. Por si no nos conocíais, os diremos que éstos son puntos claves del ideario pirata. Entre otras cosas, la NASA apuesta por el software libre, la apertura de datos y la supervisión ciudadana sobre sus iniciativas.

¿Es sólo irónico que una organización objeto de suspicacias desarrolle un plan de estas características? ¿O es una consecuencia directa? Entonces, ¿no sería buena idea que nuestros políticos implementaran métodos similares para mejorar los ínfimos niveles de confianza que generan entre la población?

Estamos esperando.


NASA shares without Copyright most of the images they get from around the Universe. They consider Humanity has already paid for them.

We all have heard conspiration theories involving NASA and the way they manage information: “Men never went to the moon”, “they are hiding evidence of extraterrestrial life”, and so on. The fact is that the Agency makes an enormous effort, not only to improve science outreach, but also to allow public participation in the process and accountability over the way they spend taxpayers’ money. On their open government website, they claim to be “expanding transparency, participation, and collaboration and creating a new level of openness and accountability.” For those of you that did not know about us, let us tell you that those are core principles of the pirate ideology. For example, NASA is promoting free software, open data and accountability over their actions.

Is it just ironic that an organisation that is prone to be mistrusted is developing such a plan? Or is it a direct consequence? Then, would not it be a great idea for our polititians to implement similar methods, so that they can improve their currently negligible levels of reputation and confidence among the population?

We are waiting.

Pirates de Catalunya condemna el tancament de Megaupload

Versión en castellano.

72 minuts de silenci per Megaupload

Ahir 19 de gener, després de la vaga internacional realitzada el dia anterior en què van participar més de 60.000 webs en protesta contra les noves lleis antipirateria presentades pels EUA, el departament de justícia dels EUA va executar un acte judicial pel que va registrar les instal·lacions de Megaupload, va aturar el servei i va acusar a set persones, de les quals cinc ja han estat detingudes, entre elles els fundadors i alguns dels seus empleats.

Des de Pirates de Catalunya defensem el lliure intercanvi d’informació, i en vista a l’exposat en l’acta i la nota de premsa presentats pel Departament de Justícia dels Estats Units, denunciem que la immensa majoria de les acusacions no tenen fonament legal o són ingerències de l’administració nord-americana en altres països.

Tot i no coincidir plenament amb les pràctiques de Megaupload en referència a la gestió dels arxius denunciats, entenem que la responsabilitat d’un proveïdor d’arxius en línia com Megaupload mai ha estat la de vetllar per la correcció dels materials que pugen els usuaris, sinó la de respondre diligentment davant qualsevol queixa referent a la il·legalitat dels continguts, tal com exigeixen les lleis vigents.

D’altra banda, observem amb preocupació algunes de les afirmacions contingudes en l’acte judicial, com la que dicta que l’absència d’un cercador en Megaupload és un indici fefaent d’intenció criminal.

Així mateix, considerem que les quantitats de diners que les indústries culturals afirmen haver perdut a causa de Megaupload són irreals i tendencioses, sobre la base del que indiquen els diferents estudis realitzats en aquest àmbit per les universitats de la Harvard Business School i London Business School o els governs del Canadà, Holanda i Suïssa.

En els últims anys han aparegut nombrosos estudis que desmenteixen que una descàrrega sigui una venda perduda. Però això no ha impedit que la indústria cultural i la de mitjans de comunicació, controlades en un 70% per 7 multinacionals, hagin promogut la creació de lleis com SOPA, PIPA o Sinde-Wert (Llei d’Economia Sostenible) mitjançant la constant pressió que exerceixen sobre els governs, arribant fins i tot a redactar-ne algunes.

Aquesta actuació s’ha dut a terme amb la col·laboració de diferents organismes de 4 continents, la qual cosa demostra que, sense SOPA ni altres noves lleis antipirateria, la voluntat de les discogràfiques no té fronteres. Però busquen agilitzar encara més, violant la privacitat i obstaculitzant el desenvolupament tecnològic a Internet.

En aquest cas particular, hi ha milers de ciutadans afectats, persones que han perdut els seus propis treballs i creacions allotjats en Megaupload. La quantitat de gent i dades que s’han vist afectats per aquest tancament és incalculable: acabem de presenciar l’eliminació indiscriminada d’una part significativa del coneixement humà per ordre judicial.

En definitiva, amb això ha quedat demostrat que quan les productores de música i cinema s’esforcen a endurir les lleis antipirateria, ho fan únicament sota l’afany de seguir lucrant-se amb el treball de tercers (els artistes). Avui ha quedat demostrat fefaentment que no és necessària una nova legislació per tancar pàgines que continguin material protegit. No obstant això, les noves lleis que proposen des dels EUA (Sinde-Wert, SOPA, PIPA) van un pas més enllà i permetran des de la seva aprovació el tancament de les webs que, en compliment o no de les lleis, no siguin del seu grat.

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72 minutos de silencio por Megaupload

Ayer 19 de enero, tras la huelga internacional realizada el día anterior en la que participaron más de 60.000 webs en protesta contra las nuevas leyes antipiratería presentadas por los EEUU, el departamento de justicia de EEUU ejecutó un auto judicial por el que se procedió las instalaciones de Megaupload, se clausuró el servicio y se acusó a siete personas, de las cuales cinco ya han sido detenidas, entre ellas los fundadores y algunos de sus empleados.

Desde Pirates de Catalunya defendemos el libre intercambio de información, y en vista a lo expuesto en el auto y la nota de prensa presentados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, denunciamos que la inmensa mayoría de las acusaciones no tienen fundamento legal o son injerencias de la administración norteamericana en otros paises.

A pesar de no coincidir plenamente con las prácticas de Megaupload en referencia a la gestión de los archivos denunciados, entendemos que la responsabilidad de un proveedor de archivos online como Megaupload nunca ha sido la de velar por la corrección de los materiales que suben los usuarios, sino la de responder diligentemente ante cualquier queja referente a la ilegalidad de los contenidos, tal y como exigen las leyes vigentes.

Por otro lado, observamos con preocupación algunas de las afirmaciones contenidas en el auto judicial, como la que dicta que la ausencia de un buscador en Megaupload es un indicio fehaciente de intención criminal.

Así mismo, consideramos que las cantidades de dinero que las industrias culturales afirman haber perdido a causa de Megaupload son irreales y tendenciosas, en base a lo que indican los diferentes estudios realizados en este ámbito por las universidades de la Harvard Business School y London Business School o los gobiernos de Canadá, Holanda y Suiza.

En los últimos años han aparecido numerosos estudios que desmienten que una descarga sea una venta perdida. Pero eso no ha impedido que la industria cultural y la de medios de comunicación, controladas en un 70% por 7 multinacionales, hayan promovido la creación de leyes como SOPA, PIPA o Sinde-Wert (Ley de Economía Sostenible) mediante la constante presión que ejercen sobre los gobiernos, llegando incluso a redactar algunas de ellas.

Este auto se ha llevado a cabo con la colaboración de diferentes organismos de 4 continentes, lo que demuestra que, sin SOPA ni otras nuevas leyes antipiratería, la voluntad de las discográficas no tiene fronteras. Pero buscan agilizarlo aún más, violando la privacidad y obstaculizando el desarrollo tecnológico en Internet.

En este caso particular, hay miles de ciudadanos afectados, personas que han perdido sus propios trabajos y creaciones hospedados en Megaupload. La cantidad de gente y datos que se han visto afectados por este cierre es incalculable: acabamos de presenciar la eliminación indiscriminada de una parte significativa del conocimiento humano por orden judicial.

En definitiva, con esto ha quedado demostrado que cuando las productoras de música y cine se esfuerzan en endurecer las leyes antipiratería, lo hacen únicamente bajo el afán de seguir lucrándose con el trabajo de terceros (los artistas). Hoy ha quedado demostrado fehacientemente que no es necesaria una nueva legislación para cerrar páginas que contengan material protegido. Sin embargo, las nuevas leyes que proponen desde los EEUU (Sinde-Wert, SOPA, PIPA) van un paso más allá y permitirán desde su aprobación el cierre de las webs que, en cumplimiento o no de las leyes, no sean de su agrado.

Els terratinents de l’aprenentatge. Com van adquirir els editors acadèmics aquests poders feudals?

Per George Monbiot. Publicat al Guardian el 30 d’agost de 2011.

Qui són els capitalistes més implacables del món occidental? Aquells les pràctiques monopolistes dels quals fan que WalMart sembli una drogueria i Rupert Murdoch socialista? No endevinaries la resposta ni en un milió d’anys. Tot i que hi ha candidats de sobres, el meu vot no va pas per als bancs, les companyies petrolieres o les d’assegurances mèdiques, sinó – no us ho perdeu – per als editors acadèmics. El seu pot sonar com un sector ranci i insignificant. És tot el contrari. De tots els tripijocs corporatius, la martingala que porten és la que més urgentment necessita intervenció per part de les autoritats competents.

Tothom afirma estar d’acord amb què s’hauria d’encoratjar la gent a entendre la ciència i la resta de recerca acadèmica. Sense coneixement actual, no podem prendre decisions democràtiques coherents. Però els editors han tancat i barrat les portes i hi han posat un cartell de Prohibida l’entrada. Et pot molestar la política paywall (pagament per llegir) d’en Murdoch, que cobra £1 per 24 hores d’accés al Times i al Sunday Times. Però al menys en aquest període pots llegir i baixar-te tants articles com vulguis. Llegir un sol dels articles publicats per una de les revistes d’Elsevier et costarà $31,50(1). Springer cobra €34.95(2), Wiley-Blackwell, $42(3). Llegeix-ne deu i pagaràs deu vegades. I les revistes conserven copyright perpetu. Vols llegir una carta editada al 1981? Seran $31,50(4).

¿Qué es Flattr?

A menudo se acusa a los partidos Pirata de abogar por el “todo gratis” o ser “el partido de las descargas”. Eso pone de relieve dos problemas: que muchos periodistas escriben sin informarse sobre el tema que tratan, y que nosotros no explicamos nuestras propuestas con suficiente énfasis.

Por eso queremos dar un empujón a la difusión de Flattr, el sistema de retribución a la creación basado en la sociedad en red. Hoy se estrena la versión en castellano del portal, permitiendo la inclusión en el sistema de miles de creadores y consumidores de todo el mundo.

El método de Flattr es sencillo: el consumidor paga una tarifa plana y, a lo largo del mes, puede señalar los contenidos que le gustan. A final de mes, su tarifa se repartirá entre los creadores de todos los contenidos que haya seleccionado. Generalmente será una pequeña cantidad, pero los contenidos que consigan mayor aceptación podrán ver recompensado su esfuerzo.

En el fondo, se trata de encontrar nuevos modelos para que los autores puedan vivir de sus creaciones, pero esquivando o minimizando a los intermediarios y ofreciendo, así, unos precios competitivos al consumidor. Este proyecto avanza en la búsqueda de tales modelos.

El primer cas de Pirateria 3D

No hi ha dubte de que les tecnologies d’escaneig, modelació i impressió en 3D esdevindran una revolució enorme de les estructures econòmiques i que portaran irresistiblement a repensar el valor econòmic del coneixement que pot esdevenir en objectes tangibles.

En el moment en que s’escriu aquest text centenars de persones ja estan compartint dissenys d’objectes llestos per a imprimir. També disposem d’una empresa que es dedica a fer impresions per encàrrec. I inclús un projecte, de codi lliure, que permet crear una impresora capaç de duplicar-se a ella mateixa. Senyals inequívocs de que aquesta tecnologia s’encamina a ser una revolució semblant a la que vam viure durant els anys 90, amb Kazaa o Napster.

¿La próxima revolución? ¡Hágala usted mismo!

Por JEAN MARC MANACH (29/10/2010) [artículo original]

 

Parece ser que los hackers no se interesan ya solamente por el software, sino que cada vez más se interesan por los objetos, por el “hágalo usted mismo”. Y cuando ellos se ocupan de los objetos, el resultado es a menudo sorprendente. Un pequeño paseo por el mundo del DIY (“Do It Yourself”: “Hágalo Usted Mismo”), un pequeño paseo por el “hacking de objetos”.

En enero de 2010, Chris Anderson, redactor jefe de “Wired” y autor de ‘The Long Tail’ (‘La larga cola’) trató de resumir  una revolución en curso, la del “Hágalo usted mismo”.

Después de haber contribuido de manera significativa primero al desarrollo y democratización de lo que se denominó “micro-informática” y, posteriormente, de Internet, los hackers están dirigiendo su atención a la fabricación y desarrollo de nuevos “objetos libres”.

 

 

Para ver el video

Así denominó  Chris Anderson al “Rally Fighter” , el primer automóvil de competición “open source” (sus especificaciones son libres), desarrollado de manera comunitaria en modo “crowdsourcing” (expresión que intenta reflejar el hecho de utilizar la creatividad, la inteligencia y la experiencia  de un gran número de internautas).

Para él, es una verdadera revolución, no solamente industrial sino también respecto a la relación que mantenemos con las tecnologías y los objetos. Para Marten Mickos, ex-PDG de MySQL, esta revolución nos muestra lo que somos capaces de hacer los seres humanos cuando operamos en red:

“Antes, la gente colaboraba en sus aldeas. Hoy, la aldea es el planeta. Todo comenzó con el desarrollo del software libre y de código abierto, pero fue una pura coincidencia: los desarrolladores de software fueron los primeros seres humanos en adoptar realmente Internet.

Hoy en día, cualquiera puede observar  estos cambios radicales que se están dando: en el periodismo, en la investigación, en la política, en la sanidad… y en la fabricación de automóviles”.

En los años 50, la expresión “hágalo usted mismo” (a partir de ahora: DIY, de “Do It Yourself”) fue utilizada por aquellos que no se contentaban sólo con consumir, sino que pretendían mejorar aquello que habían comprado (casas, coches y otros bienes de consumo).

En los años 60 y 70, con el auge de la contracultura y de los movimientos anticonsumismo, la expresión adquirió un tinte más político, enlazando con los valores antiindustriales proclamados por el “movimiento de las artes y oficios” de finales del siglo XIX.

En la actualidad, el DIY se ha convertido en una verdadera actividad industrial con su propio mercado: tiendas, libros, emisiones de televisión y almacenes de bricolaje, jardinería, decoración, cocina…. a lo que debería añadirse sitios web como Etsy donde pueden venderse los objetos fabricados por sus usuarios.

La democratización (y el bajo precio) de las tecnologías ha incrementado la oferta y la demanda de kits y componentes que permiten crear los propios aparatos, desde los más sencillos hasta lo más sofisticados, como pudiera ser un robot.

 

 

 

El auge de los valores “Libre” (software libre y de código abierto, Creative Commons, redes sociales y web 2.0) se ha visto reflejado en la proliferación de “Tech Shops”, “hackerspaces”, “Fab Labs”… espacios físicos donde los hackers y “manitas” pueden compartir herramientas, componentes y experiencias. A día de hoy, se pueden contabilizar 45 FabLabs en 16 países (desde Jalalabat, en Afganistán, hasta Medellín, en Colombia, pasando por Kenia, USA y los Paises Bajos) y unos 340 “hackerspaces” activos  más otros 259 en preparación.

La revista “Make”, creada por O’Reilly en 2005, y los festivales “Make Faire”, creados para reunir a  los adeptos al DIY, son la parte más visible de este fenómeno.

Con un breve “tour” , apoyado por algunos vídeos, intentaremos hacernos una idea de lo que está pasando en estos momentos en los garajes de los Hackers del siglo XXI.

Video del Maker faire de Bay Area (2010)
Video de Maker Faire Africa 2010
Video Maker Faire Detroit 2010

Padres geeks, hackers decididos a modificar sus equipos aprovechando sus conocimientos de software (ver: “Hackers et sans complexe”), universitarios creando “Fab Labs” para enseñar a la gente a crear sus propios materiales en lugar de tener que comprarlos, todo esto está muy lejos del “bricolaje dominguero” y muy cerca de los “hackers del Internet de los objetos”, de estos neo-objetos del futuro que podrían cambiar, no sólo la naturaleza de nuestros objetos, si no también la naturaleza de la misma sociedad.

Por otra parte, el fenómeno comienza ya a estructurarse, incluso desde un punto de vista teórico, con la redacción de una definición de aquello que podría ser considerado como “Open Source Hadware” (“Objetos Libres”).

Los proyectos, así como los objetos, no son todos, en sentido estricto, “open source”, pero la casi totalidad de ellos proponen unas condiciones de uso que permiten su reproducción; y cada vez son más numerosos aquellos que comparten todas las fuentes, esquemas, firmware, software, nomenclaturas, listas de piezas, diseños, manuales y modos de uso, de manera que cualquiera pueda reproducirlos e incluso comercializar sus propios derivados, tal como ocurre con el software libre y de código abierto.
En 2008, la revista “Make” había catalogado 60 proyectos de objetos “open source”. En el 2009 ya eran 125, clasificados en 19 categorías. En 2010 dejó de contarlos.

Se pueden encontrar impresoras 3D que nos permiten crear toda clase de piezas y objetos en plástico, silicona o epoxi, como la célebre RepRap (Video RepRap), concebiba para que pueda autoreplicarse, hasta la pequeña y bonita MakerBot (649$) pasando por la lujosa Fab@Home (a partir de 1953$),  que pretende “democratizar la innovación”. También puede encontarse una curiosa “impresora térmica directa”.

¿Para qué sirven? Sirven para crear pequeñas piezas de plástico, carcasas o bases para el iPhone, piezas y ruedas de LEGO, circuitos electrónicos personalizados, brazaletes, pequeños juguetes, trampas para ratones (que no matan al ratón…), toda clase de pequeños pasteles y bombones (ver la galería de Fab@Home ), e incluso autorretratos en 3D.

Arduino, utilizado por miles de artistas, ingenieros, diseñadores y apasionados deseosos de crear objetos o entornos interactivos, independientes (conectados a sensores o a ordenadores) es, probablemente, el proyecto más avanzado y con casi toda seguridad el más vendido (más de 100.000 unidades con precios a partir de los 20$); posiblemente sea también el más clonado, resultando en una serie de proyectos derivados que permiten crear interfaces para música, Internet, señales GPS, etc.

¿Para qué sirve esto? Para crear interfaces táctiles, juegos en 3D, pequeños robots, exo-esqueletos, impresoras térmicas, vitrinas interactivas que reaccionen a los movimientos de los pasantes, sistemas que permiten avisar a los clientes de lo que se está elaborando en aquel momento en una panadería, robots-camareros dotados de sensores que pueden ajustar la cantidad de alcohol que sirven al cliente  a las tasas de alcoholemia permitidas, sombreros interactivos que os castigarán si no sonreís o cascos inspirados en “Daft Punk” (Ver video), un videojuego que permite controlar un pequeño automóvil real en un circuito real.

En el Top 40 de los proyectos Arduino, compilado por HacknMod, se pueden encontrar toda clase de objetos llenos de leds, un sensor de polución, un pedal “low tech” para guitarra eléctrica, un piano de bolsillo, un robot capaz de leer vuestro hilo RSS, una máquina de café controlada por Wiimote, coches y artefactos voladores de toda clase dirigidos por control remoto, una arpa láser etc. (puede consultarse esta lista de proyectos en el sitio web de Arduino).

Este tipo de objetos a veces poseen también una dimensión cultural, cuando no política. Entre ellos podemos encontrar el “TV-B-Gone”(Video), un mando a distancia universal con un solo botón: “OFF”. Se puede comprar cualquiera de los objetos ya fabricados (25 $) , pero también un kit (22 $); como “Wave Bubble”, un interferidor de teléfonos móviles, o “BeDazzler”, concebido para burlarse de las autoridades de los EEUU que gastaron un millón de dólares en el proyecto de una nueva arma letal, el “Dazzler”, que se suponía  debía enfermar a las personas a base de flashes luminosos. Su réplica “open source”, creada por la “Lady Ada” (que vende sus creaciones en el sitio “Adafruit”), costó menos de 250$.

El DIY permite también economizar energía, controlando la carga de una batería, fabricando el propio cargador USB para el teléfono móvil o lector MP3, o incluso “comunicarse”, por teléfono, SMS o Twitter, con las plantas a fin de saber si necesitan agua o si ya tienen la suficiente (“BotaniCalls” y “GardenBot”).

Por su parte, el proyecto “Re:Farm The City” se ha impuesto la misión de suministrar software y materiales libres a los “agricultores urbanos”, con el fin de promover la auto-producción local y la agricultura biológica en entornos urbanos.

En esta cultura, al ser esencialmente un asunto de geeks, es corriente encontrar una cierta cantidad de juegos, más o menos electrónicos, como “Drawdio”, un lápiz que reproduce música a mientras escribe o dibuja, una “Brain Machine” crada por Mitch Altman, el inventor de “TV-B-Gone”, que mezcla música y flashes luminosos con el fin de ayudar a meditar (existe también en versión “lista para ponerse”: “Trip Glasses”)

También se pueden encontrar instrucciones para construir bicicletas de madera, de bambú, eléctricas o con sidecar, una lavadora “opensource” que funciona con energía solar, una casa construida con 6 millones de botellas de vidrio (en 19 años), prótesis “open source”, e incluso un restaurante “open source” (que se puso en marcha a principios del mes de julio de 2010, con el fin de “digerir la cultura libre de Internet”) y que se concibió, fabricó y puso en funcionamiento a partir de instrucciones disponibles en sitios como “Instructables”, uno de los sitios de referencia de la cultura DIY, junto con “Make”  y “Thingiverse”.

En Francia, el “/tmp/lab” y sus “Hacker Space Festivals” han devuelto al término “hacker” su connotación positiva de “manitas”, experto, genio y contribuido al crecimiento y reconocimiento de los hacklabs (Vídeos del “Hack Plastic Festival” celebrado en Touluse el agosto de 2010) .

Hackable:Devices”, tienda online de material “libre”, a la vez que comunidad que agrupa a más de 500 usuarios activos (hackers, creadores, fabricantes, inversores). Se ha propuesto como objetivo “liberar los dispositivos para liberar la creatividad de los hackers, dándoles el mayor control posible con el fin de que no hayan de perder su tiempo en ingeniería inversa y puedan concentrarse en la creación pura”.

MadeInFr.org”, más técnica que la anterior, pretende agrupar las contribuciones de los hackers, electrónicos y de los “DIY” franceses.

Babozor, en su web “La Grotte du Barbu”, contribuye también a democratizar el fenómeno, explicando que todo puede hackearse, desde el metro de París a un viejo PC, transformado en barbacoa gracias a un carro de supermercado; también aplica las novedades tecnológicas al hacking culinario, para elaborar cerveza, o un pastel de chocolate sin utilizar el horno, o una crema a la mantequilla utilizando un taladro…..

Semageek, por su parte, es un sitio lleno  de instrucciones y manuales que permiten hacer cosas como reciclar una vieja máquina de escribir en un teclado USB, un cepillo de dientes en robot, modificar un teléfono móvil convirtiéndolo en un mando a distancia para arrancar el automóvil, trucar el coche para poderlo pilotar desde un iPhone, crear una chaqueta interactiva que “te permite transformar a su novia en un mando de videojuegos mientras la “masageas”…. o de conectar un sensor de gases a un kit Arduino para cambiar de canal de televisión “cada vez que se eche un pedo”.

Estos dos últimos ejemplos se han escogido a propósito: algunos pueden considerarlos (con razón) de mal gusto. Pero no es esta la cuestión: estos objetos modificados, aumentados, hackeados, han sido modificados por que el hacker tenia necesidad de ellos, de su nueva función, mejor aún: únicamente porque ellos tenían ganas de crearlos, les producía placer, aunque los objetos resultantes no sirvieran para nada. Sus gadgets no apuntan tanto a cubrir una necesidad (aunque todos estos objetos tienen un costo) como a una voluntad de independencia y de diversión.

En la era de la bidouillabilité (trucaje), definida por Tristan Nitot como la “capacidad, de despojar a un objeto técnico o una herramienta, de su función primaria con vistas a intentar hallarle nuevas funciones o usos”, la profusión de proyectos, y de objetos, resultantes de la cultura DIY, y de los valores de los hackers, diseña un Nuevo Mundo o, a la manera de las transformaciones en marcha en la web 2.0, nuevos modelos económicos emergentes, que se basan, no en  la “venta” de un producto si no en la “participación” en su elaboración, creación, fabricación o modificación.

Se tiene la costumbre de describir a los creadores de innovaciones como jóvenes geeks equipados de portátil, en una habitación de estudiante o en un garaje. Esta imagen sigue siendo válida para aquellos que pretenden transformar la industria, la creación y la distribución de productos físicos. Máquinas industriales que antes costaban varios centenares de miles de dólares hoy pueden adquirirse por algunos miles y pueden ser fabricadas por unos cuantos cientos.

Como remarca Chris Anderson, “no importa si cualquier garaje es una potencial fábrica de alta tecnología. Marx habría estado contento”. No sé si Marx lo hubiera estado, pero sí estoy seguro que Anderson sí. “DIY Drones”, un portal comunitario montado con el fin de desarrollar “drones” (aviones o cualquier otro artefacto volador teledirigido) a bajo precio, durante su primer año de funcionamiento generó una cifra de negocios de 250.000 $, las ⅔ partes de ellos producto de la exportación de sus productos; la previsión es alcanzar el millón a los tres años.
¿Sus principales competidores? “Lockheed Martin” y “Boeing”. “DIY Drones” consigue dividir por 10 los costos tecnológicos de sus competidores: economizando en patentes, mediante una terciarización masiva (crowdsourcing) de las tareas de investigación y desarrollo, evitando o minimizando la burocracia, los departamentos comerciales y de publicidad, despachos, fábricas. La producción se ha externalizado a un TechShop de Colorado.

En su artículo sobre lo que el califica de “nueva revolución industrial”, Chris Andersen resume la situación en una frase: “si estos 10 últimos años han permitido el descubrimiento del surgimiento, en la web, de nuevos modelos sociales post-institucionales, en los próximos 10 años veremos como estos se ‘aplican’ en el mundo real” :

“Internet ha democratizado la publicación, la difusión y la comunicación, lo que ha tenido como consecuencia el aumento masivo de la participación y de los participantes en el mundo digital (la larga cola de los bits).

Lo mismo se está produciendo en términos de fabricación (la larga cola de los objetos). La web no ha sido sino una demostración de la viabilidad de este concepto. Ahora, la revolución va a trasladarse al mundo real.

Esta faceta de crear, en red, compartiendo con otros los métodos, planes y realizaciones, con el modelo del software libre y open source (véase “La Catedral y el Bazar”) conducirá también a la democratización de la innovación descrita por Eric von Hippel, para el que “hay dos o tres veces más innovación procedente de los consumidores que procedente de la industria”.

 

A la espera de conocer el alcance de tal “revolución”, y de las creaciones  (de objetos, pero también de empresas) que entrañará, es evidente que ahora, después de la naturaleza (jardinería), el bricolaje (objetos reales), el mundo digital (datos y programas), llega el momento de los objetos híbridos, a la vez reales (incluyendo los biológicos) y digitales.

Todo esto es aún un poco técnico, pero también es lo que se decía en los años 90, cuando miríadas de internautas comenzaron a montar sus propios sitios web, casi sin formación ni escuela, modificando y “trasteando” con lo que otros habían hecho. La pregunta sigue siendo si, tal como hemos pasado del HTML 1.0 a la web 2.0, el DIY  superará por si sólo el estadio de “hacker” en el que se encuentra, y podrá acceder al gran público, permitiendo a la gente reapropiarse de los objetos, mejorarlos y también compartirlos.

 

Este es el desafío de la Web, esta “web a la potencia 2” que, tras haber desplazado a sus usuarios hasta el mismo corazón del sistema (la Web 2.0), quiere aprovechar la inteligencia colectiva de los sensores y los datos. La cuestión es saber si este “Internet de los objetos” será también un “Internet del pueblo”.

 

Resumen de Antoni Serra Devecchi

Los orígenes P2P de la Universidad medieval

 

En un curioso artículo en The Chronicle of Hinger Education, “Rereading the University Classics”, Kai Hammermeister nos recuerda los orígenes históricos del sistema universitario Europeo. En él, nos presenta también  una reformulación de este modelo universitario medieval, gestionado por los estudiantes, propuesta por el filósofo español José Ortega y Gasset. No será difícil encontrar similitudes entre el espíritu que animaba a los estudiantes europeos del siglo XI (y el de la reformulación propuesta por José Ortega y Gasset) y el que subyace bajo la cultura P2P.  A continuación, un resumen del mencionado artículo.

 

En el siglo XI, cuando los estudiantes de derecho de Bolonia se reunían para organizar sus estudios y contratar a sus profesores, poco debían sospechar que su iniciativa, un proceso “de-abajo-arriba”, iba a desembocar en el nacimiento de la universidad medieval Europea. Este modelo, impulsado por estudiantes, arraigó en Italia y en España; en París en cambio, el poder se decantó, muy pronto, hacia la parte del profesorado. En su obra The Uses of the University, Clark Kerr menciona este hecho: “Los estudiantes tenían todo el poder; esto ocurría en Bolonia. Sus gremios controlaban la universidad y dominaban a sus maestros. El modelo de Bolonia tuvo un gran impacto en las universidades españolas; muy especialmente en la de Salamanca. Mas tarde se trasladó a las universidades de América Latina, donde es aún muy frecuente encontrar representantes de los estudiantes en los consejos de gobierno de las universidades.”

Thomas Jefferson intentó implantar un modelo similar en la Universidad de Virginia, que fue rápidamente abandonado. Y, por suspuesto, tanto España como Italia hace tiempo que han sustituido la gobernanza estudiantil por el control estatal.

Ya en el siglo XX, el filósofo español José Ortega y Gasset propugnó la conveniencia de retomar el modelo universitario medieval, considerando a los estudiantes el elemento central de la universidad, como medio para renovar el discurso y la práctica de la educación superior.
Ortega deriva su modelo, centrado en los estudiantes, del principio que define el bien económico: la escasez. Es necesario, argumenta Ortega,  tomar decisiones sobre el contenido y la periodización de la educación, debido a que el periodo de aprendizaje es un periodo muy limitado . Y el punto de partida de todas estas decisiones debe ser, por tanto, la voluntad y la capacidad de aprender del estudiante y no el conocimiento disponible en general ni el específico del profesorado.
De hecho, nos dice Ortega , son los mismos estudiantes los que debieran, una vez mas, hacerse cargo de su propio currículum y de todos los demás aspectos de la vida universitaria, con la excepción de la labor investigadora. Los profesores deberían limitarse a ser un elemento de soporte. “Pongamos a los estudiantes a cargo de la casa,” escribió Ortega, “ y dejemos que el cuerpo de estudiantes se convierta en el cuerpo de la institución, complementado por las facultades de los profesores”.

Podemos inferir que, para Ortega, sería el mencionado “principio económico” el que  conduciría a los estudiantes a tomar las decisiones mas adecuadas sobre los planes de estudio. Con un limitado periodo de aprendizaje a su disposición, los estudiantes tenderían a elegir aquel currículum que mejor los prepare para sus futuros desempeños profesionales, al tiempo que adquieren el suficiente bagaje cultural para poder comunicarse sin problemas con las generaciones precedentes.
Huelga decir que tal modelo de currículo  auto-organizado solo sería posible tras largos periodos experimentales, prueba-error, y largos, amplios y profundos debates. No se dispone aún de un modelo de empleo eficiente del recurso “tiempo”.

Ortega opera con dos triadas estructuradas. Cada una de ellas organizada de una forma jerárquica en vez de como un triángulo equilibrado:
La primera de estas triadas la constituyen los alumnos, los profesores y el conocimiento. En esta triada el alumno tiene prioridad sobre los profesores y el contenido de la educación.
La segunda de las triadas evoca de nuevo el principio central de la escasez. Debido a la brevedad de la experiencia educativa y a los límites naturales de muchos estudiantes, las universidades deben centrarse, principalmente, en la transmisión de unos conocimientos de cultura general en lugar de intentar producir científicos. “Pretender que cualquier estudiante normal sea un científico es una pretensión ridícula.”
Una consideración secundaria es la referente a la preparación de los estudiantes para su futuro profesional. “Es necesario hacer de cada persona común un buen profesional”, escribió Ortega. “Además de darle un bagaje cultural, la universidad le enseñará, mediante los procedimientos más económicos, directos y eficaces que puedan idearse, a ser un buen médico, un buen juez o un buen profesor de historia o matemáticas.”
Primero, una educación general; en segundo lugar, una buena formación vocacional y ninguna investigación que no sea necesaria; esta debería ser, según Ortega, la jerarquía  de un currículum gestionado por los estudiantes.

 

Col·laboració d’Antonio Serra Devecchi