En este nuevo movimiento, las mujeres son tan numerosas que casi podrían ser consideradas su columna vertebral.
Tras mas 20 años de acceso “normal” a los mercados de trabajo y a la educación superior, el arquetipo de líder, organizador, moderador, portavoz… es ahora una mujer joven y formada.
Pero la sociología de estos nuevos movimientos es solo una parte de la historia. El factor clave a considerar es su “horizontalidad”, que se ha convertido en su método de organizacion por defecto.
La tecnología facilita esta organización “informal”: elimina espontaneamente las jerarquías verticales, al contrario de la experiencia del siglo XX, que nos muestra como los movimientos por exceléncia eran aquellos que se jerarquizaban, eliminando cualquier tipo de disención interna y canalizando las energías en direcciones muchas veces destructivas.
Además, la rapidez que imprimen a sus acciones, la “velocidad en hacer las cosas”, compensa su falta de organización: esto hace que los nuevos activistas, tal vez sin proponérselo, den con el principio de la asimetría: un enjambre de de gente sin organizacion pueden forzar un cambio en contra de un pesado y lento cuerpo jerarquizado.
Y luego están los “memes” …. Cuando Richard Dawkins propuso el concepto en 1976 (desde la genética cultural, en la que las ideas se generan, se replican y mutan) describió algo omnipresente en la cultura. El acceso masivo a las tecnologías de la información, continuando con la anologia, pueden haber provocado un despegue evolutivo en la velocidad de replicación.
Lo que esto significa para esta generación de activistas es que las ideas surgen, son rápidamente contrastadas y entonces o bien despegan , introduciéndose en la corriente cultural o, si no son consideradas buenas, desaparecen. Los memes son, a la vez, evidentes y subtextuales: pueden ser algo así como unos cuantos versos de una canción o una obra de arte callejero; que pueden ser tan poderosos en la orientación de las acciones de las personas como lo fueron antaño los estridentes y cadenciosos mítines de los líderes políticos.
En la cima de todo esto se encuentra Internet. Es ya una evidencia que la “red” es mas poderosa que la jerarquía. Pero una red “ad-hoc”, en la actualidad, es mas fácil de configurar. Así, si se “sigue” a alguien, en Twitter, que haya participado en la ocupación de la UCL, como he hecho yo, se puede acabar contactando con un blogger Egipcio o con un profesor de un curso sobre “resistencia pacífica” , con contactos en Burma. Durante el pasado Siglo XX la gente debía viajar escondida en los bajos de un tren a través de ciertas fronteras para poder hacer contactos como estos.”